¿Te preguntas qué es slop? Revisamos los detalles de una nueva terminología en la escena tecnológica con reminiscencias a los correos basura. La palabra “BazofIA” —así escrita— resume el concepto.
En tiempos en los que la inteligencia artificial generativa es protagonista excluyente, es posible os hayáis preguntado qué es slop, un término que comienza a oírse con fuerza. Un primer acercamiento: es un concepto peyorativo que exhibe paralelismos con el correo basura. En esa línea, la traducción al español más cercana que ha surgido es “bazofia” que, según la RAE, refiere a una “cosa soez, sucia y despreciable”.
¿Por qué decimos que la traducción es astuta? Ocurre que el término escogido no es simplemente “bazofia”, sino “bazofIA”. Como veis, las dos últimas letras de la palabra —en mayúsculas— son las siglas de “inteligencia artificial”, a la que este concepto se relaciona en forma directa. Sin IA, no existiría el slop.
Ahora bien, ¿qué es slop, exactamente? En términos resumidos, define a los contenidos no solicitados creados con herramientas de inteligencia artificial generativa. Hay otras características propias de esas creaciones: carecen de supervisión humana, se producen masivamente y su objetivo primario es la monetización. Al revisar estas particularidades se comprende más cabalmente el vínculo con el spam: el slop es como el correo basura, pero en tu navegador web y por cortesía de la IA.
Qué es slop, el “agua sucia” de la inteligencia artificial
Hay otra característica de los contenidos slop: usualmente son de mala calidad. Esto se explica, en buena medida, con una de las variables que mencionamos anteriormente: son materiales en los que la supervisión humana es nula, o casi. Es decir, son mayormente sintéticos. Comprendemos así la elección del término slop, que en idioma inglés tiene acepciones como “agua sucia” e incluso “heces”. Es válido decir que el concepto agrupa a los resultantes más ominosos de los nuevos modelos de inteligencia artificial generativa.
Entonces, ¿por qué se producen contenidos de baja calidad, que nadie ha solicitado y que, aunque aparecen en nuestras pantallas, nadie desea consumir auténticamente? Tal como observan en The Guardian en un repaso que explica qué es el slop, “la economía de Internet conduce a su creación, de cualquier modo”. En la práctica, la bazofIA simula la apariencia del material creado por humanos, procura beneficiarse con ingresos por anuncios y dirigir la atención en motores de búsqueda hacia otros sitios.
Los modelos de IA como ChatGPT o Gemini, y también los generadores de imágenes como DALL-E o Midjourney, permiten crear textos y fotografías en un abrir y cerrar de ojos, con instrucciones simples. Por eso, no sorprende que abunde la basura. “Si solo un puñado de usuarios acceden a un sitio, comparten un meme o hacen clic en los anuncios, su creación valdrá la pena para algunos”, señala la fuente mencionada.
Las características principales del slop
Las aproximaciones a la pregunta qué es slop nos permiten avanzar hacia el siguiente punto. Estos contenidos suponen nuevos desafíos para los internautas, que deben sortear cada vez más elementos no deseados. En otras palabras, este coletazo de la inteligencia artificial generativa nos obliga a abrirnos paso entre la bazofia —chatarra, basura, como queráis llamarle— para encontrar lo que realmente se busca.
En función de lo señalado hasta aquí, podemos listar las siguientes características del contenido slop:
- Es creado con herramientas de IA generativa, sin revisión humana y en forma automatizada.
- Puede tratarse de textos, imágenes, videos, etcétera.
- No aporta valor a los usuarios; en cambio, su finalidad es la monetización.
- En ese sentido, no es útil. A diferencia de los chatbots, por mencionar un paradigma de esta movida, carece de interacción y/o beneficios de orden práctico.
- No satisface las necesidades de los usuarios.
- Conduce a frustración, pues se incrementan las dificultades para encontrar contenido relevante. En ese sentido, también aumenta la desconfianza.
- En muchas ocasiones deriva en consecuencias no deseadas que se asocian al uso no regulado de la IA generativa, principalmente a la desinformación.
“Tener un nombre para el fenómeno es importante porque nos permite hablar del problema”
La elección del término “slop” aplicado a estos contenidos inservibles creados con IA generativa es atribuido al desarrollador Simon Willison. “Creo que tener un nombre para esto es realmente importante. Nos ofrece una manera concisa para hablar sobre esta problemática”, comentó.
En una entrada publicada en su blog personal, Willison indicó que “no todo el contenido promocional es spam y no todo el contenido generado por IA es basura”. Ahora bien, “si se genera sin pensar y se le impone a alguien que no lo pidió, slop es el término perfecto para ello”, agregó.
El programador informático recordó que antes de que el término spam se generalice, no todos los internautas tenían en claro que los correos no deseados eran una actividad indebida. “Espero que el uso de ‘slop’ tenga el mismo impacto. Puede ayudar a explicitar que generar y publicar contenido generado con IA no revisado es un mal comportamiento”, concluyó.
¿Qué es slop? Algunos ejemplos
Si nos preguntamos qué es el slop y cuáles son sus consecuencias, es clave considerar que sus efectos dañinos trascienden el simple estorbo. Esos contenidos son más dañinos cuando contienen datos incorrectos y/o imprecisos. En el mencionado artículo de Willison, se menciona un ejemplo. Un artículo generado con IA, de supuesto interés turístico, en el que se recomendaba visitar un banco de alimentos en Otawa como si fuese un centro de atracción para los viajeros que llegan a la capital de Canadá.
Otro ejemplo de slop que ha cobrado visibilidad nos lleva a los anaqueles de Amazon. En aquella tienda, circularon libros supuestamente dirigidos a los aficionados a la recolección de hongos. ¿Cuál ha sido el problema? Generados con IA y sin revisión, contenían consejos peligrosos, pues las recomendaciones para distinguir las variantes comestibles de las venenosas eran inexactas.
Hay más. En los buscadores web —Google y Bing a la cabeza, que han incorporado funciones heredadas de Gemini y ChatGPT, respectivamente— aparecen resultados desconcertantes. Un ejemplo que comparte The New York Times: una búsqueda recomendó colocar pegamento en una pizza para una buena adherencia del queso. Ya imaginas de qué se trata: ¡slop!
Tal como señalamos anteriormente, al definir qué es el slop no hay que circunscribirse a los textos. La bazofIA también se expresa a través de imágenes. Entre los tantos casos que pueden mencionarse, The Guardian incluye en su repaso un gráfico creado con IA y divulgado en Facebook, que muestra a Jesucristo con el cuerpo de una langosta.
Posibles soluciones para escapar a la “bazofIA”
Con la explosión de ChatGPT a partir de noviembre de 2022, los modelos de inteligencia artificial generativa nos ofrecen numerosos encantos. Realizan tareas complejas en escasos segundos y eficientemente, que pocos años atrás requerían numerosos recursos, tiempo y conocimientos. Desde resumir un texto, tomar citas textuales de un video, resolver ecuaciones, escribir líneas de código y un largo etcétera. En la otra vereda aparecen los riesgos asociados al uso de la nueva IA. Los más acuciantes: desinformación, difamación, violación de derechos de propiedad intelectual y, en algunos casos, dificultades para diferenciar qué contenido es sintético.
Al revisar qué es el slop encontramos nuevos desafíos. En este contexto, insiders refieren a la emergencia de una “Internet zombi” en la que conviven usuarios auténticos, bots y, ahora, más contenido basura. Cortesía de la IA. ¿Qué “linternas” ayudarán a los usuarios a transitar los espacios digitales en los que es cada vez más complejo echar luz sobre aquello que es real y aquello que no lo es?
Las principales plataformas y compañías tecnológicas —entre ellas Meta y Google— prometen soluciones para conseguir diferenciar entre el contenido humano y sintético. En ese camino, una de las claves es el etiquetado: marcas que indiquen, sin rodeos, cuando el material fue generado con un modelo de inteligencia artificial. Como fuere, basándonos en la experiencia con el spam, de larga data, combatir el slop no será una tarea sencilla. Es un nuevo capítulo en un “incesante juego del gato y el ratón”. Sin embargo, aquí tenemos un problema que también deberá ser resuelto: con inteligencia artificial, las presas se reproducen rápida y fácilmente, y en mayor cantidad. Por eso, son más difíciles de asir.
A fin de cuentas, para saber qué es el slop y erradicarlo será necesaria una combinación de factores. Por un lado, el esfuerzo de las empresas responsables de las principales plataformas en línea. Además del etiquetado manual, será relevante la mejora de los sistemas automatizados para identificar contenidos generados con IA. Por el otro, el sentido crítico de los usuarios siempre será fundamental para diferenciar lo real de lo sintético. Eso sí: la frustración y la desconfianza no se calmarán con internautas atentos que, incluso conociendo el carácter del contenido, verán una degradación de su experiencia online si las compañías no toman medidas que realmente frenen a bazofIA. Esa que se escribe con las dos últimas letras en mayúsculas.
Fuente: hipertextual.com
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